No dejes que Satanás te condene, sigue avanzando en tu relación. Satanás no te ha destruido, solo quiere que pienses que sí. Jesús ya tiene la victoria y tú, siendo un hijo de Dios, recibes la victoria como un regalo, no como algo ganado, sino como un don. Ya tienes la victoria sobre ese pecado porque Jesús tiene la victoria sobre él. No dejes que Satanás te derribe, él quiere hacerte pensar que estás derrotado, pero en realidad es él quien está derrotado y tú eres el vencedor. Arrepiéntete y levántate de nuevo. El justo cae siete veces y se levanta de nuevo cada vez. Nos levantamos cuando caemos y seguimos avanzando, marchando más cerca de Dios. Ignora a Satanás y persigue a Dios. Cuando te acercas a Él, Él se acerca a ti. Dios está contigo. Dios te bendiga.