Seamos agradecidos, porque el Señor nos ha dado otro día. Seamos agradecidos por su amor, compasión y sus caminos inmutables. Cualquiera que haya sido tu experiencia, sin importar cuánto hayas pecado y cuán malo haya sido tu pasado, recuerda que el Señor siempre te dará la bienvenida de nuevo en Su reino. Arrepiéntete, ora y lleva tu cruz. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo bajo un solo Dios. Amén
Por la gran amor del Señor no somos consumidos, porque sus compasiones nunca fallan. Son nuevas cada mañana; grande es tu fidelidad.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment