Siempre agradecemos a Dios y le estamos agradecidos y no olvidamos Su bondad y bendiciones en nuestras vidas y confiamos en Él en todos los asuntos de nuestras vidas.
Alégrense siempre, oren sin cesar, den gracias en todas las circunstancias; porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.
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