Agradezco al Señor misericordioso por todas sus obras que ha hecho por todos nosotros a lo largo de todo este tiempo. Estoy muy feliz de que el Señor haya permitido que muchos de nosotros veamos esta mañana y continuemos nuestras vidas a pesar de que pecamos todos los días. Muchas gracias, querido Padre Todopoderoso, por estar siempre con nosotros cuando las cosas eran difíciles e insoportablemente difíciles para nosotros, nunca te niegas a aceptarnos tal como somos. ¡Gloria y alabanza sin fin al Señor Dios!
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment