Gracias, Señor, por las muchas veces que clamé a ti y me escuchaste y me liberaste. Ayúdame hoy a mantener mi lengua alejada del mal, a hacer el bien y a buscar la paz. Ayúdame a vivir en armonía con los demás: no devolver mal por mal ni insulto por insulto, sino con bendición. Gracias porque Cristo me ha liberado para vivir una vida de libertad.
No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan mal con bendición, porque a esto fueron llamados para que puedan heredar una bendición.
Comentarios (3)
Join the conversation
Sign In to Comment