Jesús, que nunca olvide el día en que le pedí al Señor que me perdonara y entrara en mi vida. Rezo para nunca olvidar el fervor que tenía para servir a La Casa y a las personas heridas dentro de ella. Gracias por elegirme para servir a los demás. Rezo para que continúes permitiéndome ser las manos y los pies de Jesús.
Cada uno de ustedes debe usar el don que ha recibido para servir a los demás, como administradores fieles de la gracia de Dios en sus diversas formas.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment