Siento que he estado en una mentalidad impía durante tantos años que es difícil tratar lo que es sagrado, ¡Sagrado! Cada vez que lo intento, me recuerdan mis imperfecciones e impiedad cuando solo quiero la reverencia de Dios. Un día simplemente me hará clic, siempre y cuando siga presionando y presentándome, tendré ese momento en el que todo lo que sobrepienso y sobreanalizo se desvanecerá. Podré sentarme en la presencia de Dios durante horas, no solo minutos, sin ser apartado o distraído. Simplemente en paz.
Si has leído hasta aquí, por favor, mantenme en tus pensamientos y oraciones.
Estando convencido de esto, que aquel que comenzó una buena obra en ustedes la llevará a cabo hasta completarla en el día de Cristo Jesús.
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