Mi amiga sigue siendo acosada en su escuela. Ha tenido que cambiar de escuela varias veces porque a los maestros o entrenadores deportivos no les gusta y por todo el acoso que ha experimentado. Creo que se vuelve aún más triste cuando sabes que acaba de dejar una escuela cristiana. Pido que oren por ella y que los niños conozcan y aprendan sobre el evangelio y lo pongan en práctica.
Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios.
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