Buenos días, que la paz de Dios esté con todos.
Me gustaría pedirles que oren por mí porque el pecado de la lujuria y las tentaciones del diablo me han atormentado durante años. Me doy cuenta de que no puedo escapar de esta prisión por mi cuenta, pero sé que con la ayuda de Dios, todas las cosas son posibles. Por lo tanto, les pido que oren a Dios para que abra mis ojos y me saque de este tormento de una vez por todas, y me haga seguirlo a Él y solo a Él.
Gracias. Que tengan un buen día todos.
Ninguna tentación os ha sobrevenido que no sea común a la humanidad. Y Dios es fiel; no permitirá que seáis tentados más allá de lo que podáis soportar. Pero cuando seáis tentados, también proveerá una salida para que podáis soportarlo.
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