Ora para que este nuevo converso crezca fuerte en la fe y que Satanás no robe su fe, y que Dios riegue y los haga fructíferos. Dios los bendiga.
Así que, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, continúen viviendo sus vidas en él, arraigados y edificados en él, fortalecidos en la fe tal como se les enseñó, y rebosando de gratitud.
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