Querido Padre Celestial, vengo ante ti hoy con un corazón pesado, orando por tu toque sanador sobre mi esposo. Por favor, restaura su fuerza y vitalidad, alivia cualquier dolor que pueda estar experimentando y concédele una pronta recuperación. Rodéalo con tu amor y consuelo, y dale la paz que solo tú puedes proporcionar. En el nombre de Jesús, Amén.
Pero te devolveré la salud y sanaré tus heridas', declara el Señor, 'porque te llaman un paria, Sion por quien nadie se preocupa.'
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment