Por favor, oren por mí para que haya alegría y salud en mi mamá, papá, abuela, abuelo y en mí. Estoy alabando a Dios por darme sabiduría. Por favor, oren por mí para dejar este mal pecado y adicción como un niño de 11 años, para ser amable, amoroso y sabio, no poniendo la música por encima de Dios, sino tocando para Él y para la inspiración.
Regocíjense en el Señor siempre. Lo diré de nuevo: ¡Regocíjense! Que su amabilidad sea evidente para todos. El Señor está cerca. No se angustien por nada, sino que en cada situación, mediante oración y súplica, con acción de gracias, presenten sus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en Cristo Jesús.
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