Me gustaría agradecer a Dios por el hecho de que después de haber sido amenazado con estar en una silla de ruedas y no vivir en absoluto, hoy puedo hacer deporte (banca competitiva), puedo trabajar y, lo más importante, puedo vivir una vida plena y caminar. Señor, ahora estoy buscando otro trabajo y tengo dos solicitudes: ayúdame a ser invitado a un nuevo trabajo y, en segundo lugar, la más importante, da una oportunidad a otras personas que no tienen las mismas oportunidades que yo para superar sus problemas de salud.
Porque yo sé los planes que tengo para ti", declara el Señor, "planes para prosperarte y no para dañarte, planes para darte esperanza y un futuro.
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