Oh Señor, ¡gracias por tener misericordia de un pecador como yo! este pecado habitual no ha impedido que me ames, y creo que me liberarás para que ya no me llame pecador.
Pero Dios demuestra su propio amor por nosotros en esto: Mientras aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment