Jesús, ¡gracias porque estás conmigo dondequiera que vaya! Cualquier tormenta que enfrente, Tú estás conmigo. No tienes miedo. Puedo enfrentar cada tormenta con paz y confianza por el simple hecho de que te importo. Gracias. En tu nombre oro, Amén.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment