Querido Padre Celestial, te agradezco por la guía en Tu Palabra. Ayúdame a hacer todo sin quejarme ni discutir, cultivando una actitud positiva y fomentando la paz en mis interacciones. Recuérdame mi identidad como Tu hijo, y dame el poder para vivir con integridad y pureza moral, reflejando Tu carácter en todo lo que hago. Enséñame a brillar intensamente en un mundo que necesita Tu luz, ofreciendo esperanza y aliento a los que me rodean. Guía mi corazón y mis acciones cada día, y que pueda traer gloria a Tu nombre. En el nombre de Jesús, oro, Amén.
Hagan todo sin quejarse ni discutir, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en una generación torcida y depravada. Entonces brillarán entre ellos como estrellas en el cielo.
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