Querido señor, ¿qué debo hacer? La tercera iglesia a la que he estado asistiendo va a cerrar ahora. ¿Cómo continuaré caminando en tu camino, oh señor?
El Señor te guiará siempre; satisfará tus necesidades en una tierra reseca por el sol y fortalecerá tu cuerpo. Serás como un jardín bien regado, como un manantial cuyas aguas nunca fallan.
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