Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo, regocijémonos porque Dios nos ha dado otro día. No olvidemos cuánto sufrió Jesús en la cruz por puro amor y cuánto Dios está siempre con nosotros incluso antes, durante y después del pecado. Que Dios bendiga a todos los que lean esto y que Su amor, consuelo y compasión los encuentren justo donde están. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Este es el día que hizo el Señor; regocijémonos y alegrémonos en él.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment