No te preocupes, Dios te respalda, te mantendrá seguro y con protección divina, no hay necesidad de preocuparse, él lo tiene bajo control. Cuando hubo una tormenta, Jesús estaba dormido, él no estaba preocupado, tú tampoco deberías estarlo, él lo tiene en sus manos, te ama, recuerda eso.
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Comentarios (0)
No comments yet. Be the first to comment!
Join the conversation
Sign In to Comment