Mateo 11:28 (NVI)
"Vengan a mí, todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso."
En el ajetreo y el peso de la vida, es fácil sentirse abrumado, ya sea por responsabilidades, emociones o circunstancias fuera de nuestro control. Jesús ve ese cansancio. No dice: "Arréglate primero" o "Sé lo suficientemente fuerte". Simplemente dice: "Ven a Mí".
El verdadero descanso no se encuentra solo en el sueño o en un descanso del trabajo, sino en una relación con Él. Cuando venimos a Jesús, dejamos a un lado nuestros miedos, culpas, estrés y agotamiento. A cambio, Él nos ofrece paz, consuelo y un alma que ya no lucha, sino que descansa en Su amor y gracia.
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Señor Jesús,
Vengo a Ti tal como soy: cansado, ansioso y a veces abrumado. Prometiste descanso a los cansados, y creo que Tus palabras son verdaderas. Ayúdame a dejar cada carga a Tus pies y a confiar en Tu cuidado. Enséñame a descansar no solo físicamente, sino espiritualmente, en Tu presencia. Llena mi corazón con la paz que solo Tú puedes dar. Elijo venir a Ti hoy y todos los días.
Amén.
Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, porque soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso para sus almas. Porque mi yugo es fácil y mi carga es ligera.
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